“Estoy muy flaca” “Estoy muy gorda” “Bajo de peso, pero reboto” “Es muy difícil estar delgada y sana” “Los flacos están enfermos” “Mi hijo está gordito, pero sano”… Éstas y muchas creencias más podemos tener e impiden que me sienta bien con mi cuerpo.
Antes que nada, recordemos que todos los cuerpos son hermosos y perfectos. Pero si no te sientes cómodo con tu peso, es necesario saber qué hay de detrás para que puedas permitirte sentirte bien contigo mismo. Toma en cuenta que más que agradarle a alguien más, debes empezar agradándote a ti mismo y ser quien realmente quieres ser.
¿Y qué tienen que ver las palabras y pensamientos con todo esto? Podrías preguntarte… Pues déjame decirte que son muy importantes y se ha llegado a comprobar que ambos tienen un alto impacto en nuestra mente inconsciente.
Nuestra mente absorbe todo lo que escuchamos decir incluso de nosotros mismos y por supuesto de nuestros propios pensamientos, por eso es que debemos alimentar nuestra mente todos los días. Debemos cuidar cada palabra y cada pensamiento que tenemos o más bien, empezarnos a hacer consciente de todo eso que decimos. Así como nos bañamos, nos arreglamos también debemos “asear” nuestros pensamientos, pues de ahí inicia todo. ¿Qué me digo cuando me veo al espejo al levantarme? ¿Qué palabras son las que más repito durante el día? ¿Qué pienso de mí mismo? Todo esto debemos prestar más atención y cuando lo haces te vas haciendo cada vez más consciente de tus palabras y pensamientos.
Cuando dices algo repetidamente, lo transformas en una realidad y es posible que se materialice de forma inmediata. Esto nos lleva también a crear enfermedades o bien, recuperar la salud y por supuesto, nos ayuda a subir o bajar de peso. Puede quedarse sólo en el pensamiento o bien, lo puedes llevar también a las palabras y combinándolos con emociones, sentimientos y tus creencias, lo transformarás en una realidad.
Y precisamente también por estas creencias que tenemos arraigadas ya sea en la infancia, a nivel genético o por nuestros antepasados, hace que tengamos el cuerpo que nos hace sentir mejor inconscientemente. Por ejemplo, algunas familias tienen sobrepeso y si algún miembro decide bajar puede sentir que si lo logra, los demás integrantes lo van a rechazar por no “pertenecer” y por eso no baja.
Otro ejemplo es que en tiempos remotos, el tener sobrepeso era símbolo de abundancia y prosperidad, mientras que los que estaban muy delgados representaba pobreza y escasez. Otra razón que se ha visto es para sentirte protegido o protegida, así no atraerás a alguien más y evitas celos a tu pareja, manteniéndote seguro. La persona puede tener alguna de estas creencias muy arraigada y se tendría que indagar para descubrirlo y transformarlo en un programa que le ayude a estar en su peso ideal que la mantendrá saludable y en confianza consigo.
Existen más ejemplos y tal vez te suenen exagerados, pero son reales y los he visto en algunas de las consultas que doy, en donde al descubrir qué es lo que los bloqueaba, empiezan a fluir naturalmente y comienzan a alcanzar sus metas. Es liberarte de un peso no sólo físico sino también emocional y mental.
Por supuesto también te sirve realizar otras prácticas para nutrir tu mente como meditar, hacer yoga, caminar en la naturaleza, realizar alguna actividad artística. Hacer esto te conecta contigo, con tu entorno y te permite que te empieces a sentir mejor con quien eres con tu cuerpo.
Lo más importante es que te reconozcas y aceptes como eres. Que te ames en esencia. Que veas que tu cuerpo es hermoso y que tú ya eres Perfecto y Perfecta. Cuando descubres y profundizas en esto, además de una alimentación saludable, empezarás a nutrir tu cuerpo, tu mente y tu espíritu.
Tú mismo puedes crear tu propia realidad, así que te invito a que selecciones tus pensamientos, tus palabras y profundices en tus creencias para darles un giro y transformarlo en lo que realmente es mejor para ti.
Marisol Alvarado
@ananda.healthylife / @marisol.alvarado1