Escrito por: H.C. Angie Aragón.

Cada ser humano sobre este planeta necesita ciertas sustancias básicas para estar sano y vivir más años, sin importar su raza o el lugar del mundo donde habite.
Lamentablemente, estas sustancias básicas han sido contaminadas o modificadas genéticamente para su detrimento.
Las varias dietas alimentarias que tenemos para elegir en estos tiempos, como la Vegetariana, Vegana, Keto, Paleo, Mediterránea, etc., son una maravilla pero, ¿cuántos de nosotros conocemos a fondo las bases inamovibles de lo que el ser humano necesita fundamentalmente para vivir sano y, encima ellas, poner todo lo demás?
En este artículo te comparto conocimiento importante sobre una de estas sustancias primordiales: el agua que bebemos.
Después de todo, comer una dieta excelente con todos sus ingredientes orgánicos pero beber agua de pésima calidad al mismo tiempo no tiene mucho sentido, ¿verdad?
Si tomas agua viva, vivirás sano durante más años; si tomas agua muerta, morirás más pronto.
Partamos del hecho evidente de que la mejor agua para beber es la que está saliendo directamente de manantiales y otros lugares naturales del planeta. Allí, el agua se encuentra viva y llena de minerales orgánicos que el cuerpo humano necesita para purificarse y regenerarse de manera óptima. Desafortunadamente, al vivir en ciudades grandes, obtener agua de esta calidad es complicado.
Para darle la vuelta a esta situación de manera ingeniosa y fácil, te compartiré seis pasos a seguir para que el agua que bebas recupere la vida que una vez tuvo y que debe transferirte a ti para garantizar el buen funcionamiento de todos tus órganos y que disfrutes de longevidad.
Te anticipo que habrá que realizar dichos pasos de manera activa. Algunos son gratis y otros de bajo costo, pero tendrás que participar personalmente con entusiasmo. Si implementas constantemente estas instrucciones que te mencionaré, se convertirán en hábitos y después, ¡adiós flojera!
¡¿Te parece si entramos en materia ahora?!
Pocas personas en México saben que la mayoría de las aguas embotelladas, o mejor dicho, “emplasticadas”, que se venden por todo el país, contienen sustancias tóxicas que no se mencionan en sus etiquetas. Es más, ni la palabra ‘agua’ aparece en varias de ellas, solo el nombre de la marca y la dirección de la empresa.
En el año 2009 me di a la tarea de llamar a cuatro de las embotelladoras de agua para beber más famosas de México y platiqué directamente con las personas indicadas que me informaron sobre varias sustancias que le agregan.

No te pondré la lista de esos tóxicos aquí, pero sí te diré que le añaden altas cantidades de floruro, sustancia nociva para el ser humano y que, literalmente, se usa en productos comerciales para envenenar a ratas y cucarachas.
Desde ese año, yo únicamente compro agua para beber en purificadoras locales donde el agua pasa por 12 o 14 filtros diferentes durante su proceso de purificación. Esto garantiza que los tóxicos físicos sean removidos totalmente, aunque no así la vibración energética turbia que permanece impregnada en la esencia del agua. Esta debes neutralizarla en tu hogar.
A continuación te enumero los seis pasos que te aconsejo seguir para que puedas beber agua viva diariamente.
1.- Comprar agua para beber en purificadoras locales que tengan la mayor cantidad de filtros posible y donde tú misma(o) rellenes tus propias garrafas.
Como parte de los filtros que siempre deben estar presentes están el de ósmosis inversa (remueve el floruro), carbón activado (elimina el cloro) y luz ultravioleta (elimina virus, bacterias y gérmenes patógenos).
Si tú tienes la posibilidad de colocar tu propio sistema de purificación de agua en tu casa, ¡mucho mejor!
2.- Deja el agua sin mover durante 12 horas antes de beberla, idealmente en recipientes de vidrio, cerámica o barro no radiactivo, para que el agua se tranquilice después de los eventos traumáticos a los que fue sometida durante todos los procesos de filtración y el empuje a presión para obligarla a pasar por varias tuberías rectas antes de depositarla en nuestras garrafas. ¡Todos estos procesos son totalmente antinaturales!
Primero, el agua, que es sagrada en la naturaleza, sufre las agresiones de adicionarle tóxicos que destruyen su armonía; y luego, tiene que soportar las agresiones de los procesos necesarios para quitarle físicamente los tóxicos que le añadieron.
¡Pobre agua! Queda violentada y sin minerales. En pocas palabras, queda muerta, y esto la convierte en agua corrosiva para el cuerpo humano.